jueves, 28 de julio de 2011

Cómo cuidar nuestros pies: el calzado.

Si uno se imagina a una bailarina de danza oriental, probablemente la verá con los pies desnudos, danzando sobre una bella alfombra. Sin embargo, hay algunos países como Turquía, Líbano o Túnez, donde las bailarinas llevan zapatos; de tacón para más señas.

Hay un mito que no sé cuán cierto será, que dice que en Egipto era normal que las bailarinas usasen zapatos, ya que esto era indicativo de su posición social hasta que un día, la famosa Samia Gamal, perdió un tacón y decidió bailar descalza. El público aplaudió a rabiar y, a partir de entonces, Samia bailó descalza. El resto de las bailarinas la imitaron.

Lo cierto es que, en el ambiente en el que yo me muevo, es frecuente que las bailarinas prefieran danzar descalzas. Esto es algo positivo, ya que el contacto con el suelo nos permite ser más conscientes de la posición de nuestros pies. Sin embargo, bailar descalzas puede no ser siempre recomendable.

En mi caso, así fue. Cuando comencé a dar clases y, por tanto, a aumentar el número de horas de danza, empecé a notar que los pies me molestaban. Por la noche el dolor era tan, tan fuerte que me costaba quedarme dormida. Yo tengo los pies planos y llevé durante mucho tiempo unas plantillas ortopédicas que no me resolvieron el problema del puente del pie pero sí me dejaron hechos un desastre mis dedos, especialmente el primero (el gordito) y me causaron un juanete bastante pronunciado, sobre todo en el pie derecho. Bailar descalza aumentaba la tensión sobre este dedo cuando hacía poses o cuando giraba.

Como el dolor era tan molesto, decidí ir a un traumatólogo, para ver si sería necesaria una operación para volver los dedos "a su sitio". Sin embargo, cuál fue mi sorpresa cuando el doctor me explicó que gracias a la danza había corregido el puente del pie, que había desarrollado los músculos del pie por trabajar las puntas. Y me dijo: "Por favor, ni se te ocurra operarte".

Fue entonces cuando decidí usar zapatos anchos en mi vida diaria (a veces llevo un número más, para que mis pies no sufran) y ponerme siempre zapatillas para bailar. En Madrid hay una tienda de danza muy conocida, llamada Menkes. Allí compré unos zapatos de profesional y unas medias puntas de piel. Desde entonces, no bailo si no es con zapatos.

En este vídeo os muestro mis zapatillas de baile. Son de 4 tipos, pero en el mercado hay muchos más. Si os gusta la idea de que se os vean los dedos y no tenéis problemas con vuestros pies, pero queréis usar algo para facilitaros los giros y evitar las durezas en la planta, también hay algunas zapatillas que dejan los dedos al aire. Id a una tienda especializada y elegid lo que más os guste y, sobre todo, con lo que más cómodas os sintáis. Tenemos sólo 2 pies. Gracias a ellos nos movemos y sin ellos no podríamos bailar. Es justo cuidarlos como se merecen.

Aquí os dejo algunos links de tiendas de calzado:

Aescenadanza, C/ Dos de mayo, 18 B, Ontynient (VIC)
Decatlon
Mis zapatos de baile
Menkes

Y ahora, os dejo con el vídeo :)

miércoles, 27 de julio de 2011

Círculo Grande de cadera

Con este nuevo movimiento completamos los tres círculos principales: el pequeño, el medio y el grande.
Para realizar el círculo grande hay que poner los pies paralelos y a la altura de los hombros.
La serie que debéis recordar es: llevar el peso a un lado, bajo tronco, cambiar el peso (sin flexionar las rodillas), subo el tronco.
Los brazos que acompañan a este movimiento son conocidos como brazos en ofrenda y parecen estar vinculados a la recolección. Debes practicarlos de forma aislada y después acompañar al movimiento de cadera para que se vean más perfectos y sincronizados.
Aquí os dejo los vídeos.

Parte 1: Cadera.


Parte 2: Brazos.