Antes de irme a Italia con motivo del Curso Internacional de Formación Profesional que tendrá lugar en Norcia quiero dejar colgado este movimiento, que sé que va a resultar útil a muchísimas personas.
Los brazos de serpiente son un movimiento sumamente característico de la danza oriental, por lo cual es imprescindible materializarlos correctamente.
Os he querido dejar una secuencia progresiva de trabajo, que me gustaría que siguieseis para que el movimiento salga correcto.
En primer lugar os recomiendo trabajar con un solo brazo. ¿Recordáis la película de Karate Kid, cuando el señor Miyagi enseña a Daniel a pintar toda la valla que rodea su casa? Pues esa es la imagen que tenéis que tener en mente cuando subáis el brazo. Recordad la secuencia codo, muñeca, mano.
Después me gustaría que trabajáseis con los dos brazos a la vez. En esta ocasión imaginad que sois una gaviota que alza el vuelo sobre el azul del mar. ¿Una imagen bonita, verdad? Poned la música que más os guste e imagináis que sois un pajarito que se deja mover por un viento suave... esto os ayudará a relajaros y a comenzar a meter sentimiento al materializar este movimiento.
Ahora viene la parte difícil: alternar los brazos. Primero prueba con el derecho y luego con el izquierdo y luego intenta sincronizarlos, cuando uno sube, el otro baja y viceversa.
Intenta hacer un movimiento fluido, unido, para que se vea bello y sin cortes.
¡Sed persistentes! De ese modo pronto podréis materializar este movimiento
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