jueves, 26 de agosto de 2010

Entrevista a Sahra Ardah para "Arena de Circo Errante"

Por Julia Jambrina, Madrid (España)

Sahra Ardah fue mi primera profesora y por ahora está que no para de hacer actividades tanto en España como en el extranjero. Además de poseer varios títulos universitarios se dedica profesionalmente a la Danza del Vientre clásica.


- ¿Cuándo comenzaste a bailar pensaste que llegarías tan lejos?

No creo que haya llegado tan lejos. En realidad siento que aún me falta mucho por aprender y cuando más sé, más me doy cuenta de mis carencias. Pero, si te refieres a si pensé en algún día llegar a viajar a otros países para bailar, o dar clases, o subir vídeos a internet mostrando lo que hago, la verdad es que no. Nunca se me pasó por la cabeza.

Yo, simplemente, buscaba algo que me permitiese desconectar de mis estudios y hacer un poco de ejercicio. Ni en sueños me planteaba dedicarme a esta danza de forma profesional. Pero la vida es así. Un cúmulo de sorpresas.

- Tu primera actuación ¿cómo fue?

Una mezcla de nervios e ilusión. Fue en el gimnasio donde yo estaba aprendiendo. No llevábamos bailando ni tres meses, pero queríamos celebrar la Navidad. Estaba emocionadísima y, también, muerta de nervios. Cuando salimos ante el público, me temblaban las piernas y tenía una sonrisa bobalicona en la cara, mezcla de tensión y felicidad. Nos equivocamos todas, no salió como esperábamos, pero la sensación final fue fantástica, porque había un gran compañerismo y nos divertimos muchísimo montando todo.

- ¿Qué te da la danza oriental que no te dan otros estilos de baile?

Libertad, paz, felicidad... Esta danza mueve dentro de mí algo que nunca había sentido. Me hace sentir plena de alegría, me permite explorar facetas desconocidas de mi carácter, ser una persona más equilibrada y muy, muy libre. Cada movimiento es como una ráfaga de aire fresco, que me permite proseguir y me anima a continuar aprendiendo. Esta danza me ha dado tanto que sólo pienso en expandirla, en darla a conocer y elevarla al grado que se merece.

- ¿Es difícil compaginar la vida de bailarina profesional con otras cosas como estudios, otros trabajos, pareja, etc.?

Es difícil, pero no imposible. Personalmente esta danza me absorbe tanto que a veces me resulta difícil encontrar un punto de equilibrio para no dejar abandonadas otras facetas que también son muy importantes en mi vida: mis estudios, mi pareja, mi familia... Hay que rodearse de gente que realmente te respete, que te quiera y que te apoye, y tener una alta capacidad de sacrificio personal. Cuando se ama lo que se hace, nada puede ponernos freno.

- ¿Qué opinas del Hafla Internacional en Conexión?

Es una idea, simplemente, fantástica. Es fabuloso que todas las personas aficionadas a la danza oriental, tribal y fusión puedan encontrar un punto de encuentro donde compartir su pasión con otras personas, poder mostrar lo que han aprendido o simplemente disfrutar de lo que otros han preparado. No importa lo que sepas, ni con quién has aprendido. Solo nos une una cosa, el amor por esta danza. Personalmente, allí estaré siempre que pueda.


Visita el blog de Julia Jambrina, Arena de Circo Errante.

Ritmos árabes con crótalos: Malfuf

Comenzaremos nuestra práctica por el ritmo malfuf o laff, que literalmente significa "enrollado".
Es un ritmo rápido, de 2/4, que normalmente se usa en las entradas de las bailarinas. Por ello, también es conocido como paso presentación.

Escritura:

Ritmo: D T T
Manos: d i i (diestros)
i d d (zurdos)

Más complicado:
Ritmo: D T T, D T T, D T T, DD T
Manos: d i i , d i i, d i i, d d i

Practicadlo con los sonidos abierto y cerrado. Ya me iréis contando vuestro progreso.


Ritmos árabes con crótalos

Cada vez es más frecuente que la bailarina de danza oriental se interese por aprender los ritmos árabes. Es lógico, ya que de este modo puede enfrentarse a la música con un mayor conocimiento y mejorar sus improvisaciones. Por ello, he decidido abrir una nueva sección en El Rincón de la Danza Oriental, que espero que os resulte de interés.

Para que os resulte más fácil, he pensado que resultará muy interesante que los practiquemos con crótalos. Estos instrumentos, denominados "saggats" en el mundo árabe, consisten en dos platillos metálicos que se colocan en los dedos pulgar y corazón. Al entrechocarse permiten conseguir una gama bastante rica de sonidos.



Nosotros comenzaremos a practicar con dos:

a) Sonido abierto: Entrechocando los crótalos y abriéndolos rápidamente, para conseguir un sonido similar al de una campana: "ding".
b) Sonido cerrado: Entrechocándolos sin despegarlos, para que el sonido se corte. Suena algo parecido a "clac".

Las bailarinas los usan mientras bailan, lo cual parece una auténtica proeza al principio. Bastante tenemos ya con bailar, como para encima tocar a la vez. Lo cierto es que, como todo, con el tiempo se va aprendiendo.


Los crótalos no son difíciles de encontrar. Podréis encontrarlos en cualquier tienda de productos árabes. Son bastante económicos (entre unos 5-15€), según su calidad. Os recomiendo que os hagáis con los que tengan el sonido más acampanado y que cada crótalo tenga 2 hendiduras para meter las gomas. También es recomendable que cambiéis las que vienen, que suelen ser muy delgadas y suelen hacer daño en los dedos.Podéis comprarlas en cualquier mercería.

Los crótalos deben ir ajustados con fuerza, la suficiente para que no salgan disparados al girar, pero no tanta como para cortar la circulación y perder la sensibilidad en los dedos. Con el tiempo iréis ajustando las gomas hasta que os sintáis cómodos.